«Esa mirada»

«Fue entonces cuando lo vi en su mirada, esa mirada que te dice todo y nada a su vez.»

– KC WORDS

¿Cómo describo esa mirada?

Bien, tal ves, solo tal ves no la describa adecuadamente… pero fueron sus ojos grandes y ese intenso color negro azabache lo que transmitía tanta paz y felicidad, como aquel niño al que le regalan un juguete nuevo en su cumpleaños o aquel al que su mamá le compra su paleta favorita, pero esa mirada era más que eso.

Esa mirada tenía un brillo especial, que no es fácil de explicar, ese brillo de quien ha encontrado el amor, ese brillo de quien esta logrando sus metas que un día tanto soñó, y sí, fue ahí, caí en su mirada y me percate de lo perdida y opaca que era mi mirada, ¡Estaba perdida!  ¡Era YO quien estaba perdida!

Yo estaba perdiendo mi brillo, ese brillo que tanto me caracteriza, ese brillo que caracteriza mi alma, pues no hay mayor verdad que saber que «los ojos son la entrada al alma» , y solo aquellos quienes merecen conocernos sabrán leer en ellos todo lo que hay que decir sin hablar.

¿Por qué sentí que perdí mi brillo?

Es muy difícil notarlo cuando no te conoces, cuando no te auto-evalúas y cuando evitas ver dentro de ti. Muchas veces estamos abstraídos buscándonos para saber quienes y como somos, nos buscamos tanto dentro de nosotros mismos que solemos perdernos y caer en un abismo de perdida de amor, así es, estoy hablando de amor, pues aquel que se ama, se ha encontrado a si mismo, cree en el y confía en el, no esta absorto en la búsqueda de quien lo ame y le diga como es para que se empiece a amar y creer en el y en el ser maravilloso que es.

Aquel que se ha encontrado, no tiene nada ni a nadie a quien buscar pues sabe que todo el amor que necesita está dentro de sí.

Con amor, para aquellos que dejaron de amarse.

KC